Nocturno - tango


Siento tu respiración que me roza
respira despacio mi carne
ti es de que tiene miedo, es tú que anhela. . .
Es de ascua tu preocupación
de ebriedad la tácita promesa que se derrite
en retortijones de amor. .
Como es dulce el amargo aroma de la noche
ahora que la noche resplandece como un espejismo y todo yace
es tú que deseo, en el deseo violento de la carne. . .
Me postro desnudo a tu mirada, mi respiración en el íntimo
tu respiración, por otro acto de amor, por del otro dolor
carne dentro de mi carne. . .
Y también es carne la que desnudan mis besos
de cada misterio, dónde es nunca enterrada tu hambre de loba
tu inútil risa sarcástica despiadada. . .
El amor es un numen cruel y obsceno que nos promete resquicios
de inmenso resplandor en la sombra mientras busco en tus ojos
el manantial dónde abrevar los míos. . .
Eres como una sombra que se agita inquieta sobre las paredes
de la noche, son tuyos las desnudas que escurren saladas
qué incluso lamo sin pudor. . .
Oigo los estruendos, las notas nunca estancamientos que acompañan
el ritmo audaz de tus nalgas duras y los gritos violentos de las carnes
los humores inebriantes que incluso huelo entre tus muslos. . .
Y el mezclarse de todas las sombras abandonadas
en el retortijón del orgasmo que se derrite dentro
y he aquí yo, distiendo sobre las almohadas mis ocultas ganas. . .
Unís a las tuyas, en el agudo remolino del placer
como un tango de infinito dolor y de muerte
pues me hieres, violame, violame.  .  .
.   .   .
O bien me matas, ahora, fuerte, éste es el momento.

Notturno - tango

Sento il tuo respiro che mi sfiora
respira piano la carne
è di te che ha paura, è te che anela. . .
È di brace il tuo affanno
di ebbrezza la tacita promessa che si scioglie
in spasimi d’amore. . .
Com’è dolce l’amaro aroma della notte
ora che la notte splende come un miraggio e tutto giace
è te che bramo, nel desiderio violento della carne. . .
Mi prostro nudo al tuo sguardo, il mio respiro nell’intimo tuo respiro
per altro amore, per dell’altro dolore
carne dentro la carne. . .
Ed è anche carne quella che denudano i miei baci d’ogni mistero
dov’hai sepolta la tua fame di lupa
il tuo inane riso crudele. . .
L’amore è un nume malvagio e osceno che ci promette spiragli d’immenso
splendore nell’ombra mentre cerco nei tuoi occhi
la fonte dove abbeverare i miei. . .
Sei come un’animale che s’agita inquieta sulle pareti della notte
sono tue le spoglie che scolano salate
che pure lecco senza pudore. . .
Odo i tonfi, le note mai stanche che accompagnano il ritmo audace
delle tue natiche sode, e le grida violente delle carni percosse
degli umori inebrianti che pure annuso fra le tue cosce. . .
E il mescolarsi di tutte le ombre abbandonate
nello spasimo dell’orgasmo che dentro si scioglie,
ed eccomi, disteso sui guanciali delle mie segrete voglie. . .
Unite alle tue, nell'acuto vortice del piacere
come in un tango d'infinito dolore e di morte
adunque feriscimi, violentami, scopami.  .  .

Oppure uccidimi, adesso, questo è il momento.